En Hamburgo es prácticamente posible hacer cualquier cosa que se os pase por la cabeza: volar en globo, navegar por el río Elba, remar en kayak, indoor-ski, bailar swing, practicar yoga, salir de marcha...
En Hamburgo nació el Yogi-Tee: es una gran ciudad "adicta" a esta disciplina. Sí, hay un gran número de "yogadictos". Ardas Yoga Zentrum es una muy buena referencia. También lo es Sport-Spass, a muy buen precio, con una amplia oferta de diferentes estilos de yoga y con profesores con mucha experiencia. También cabe destacar ATV-Sport Verein y el centro Devah, esta ya ubicado en Sankt-Pauli. Hacia Febrero cada año se celebra una jornada de Tantra Blanco (que no, que no es rojo pillines). Si practicais Kundalini Yoga es muy interesante y altamente recomendable. Te carga las pilas!
También se puede sentir más y más a lo largo y ancho de laciudad una gran afición por el swing, sí ese divertido y algo loco estilo de baile de comienzos del siglo 20. Cursos para principiantes, para avanzados y profesionales, concursos, master classes, eventos, fiestas, clubs, tiendas de moda, accesorios...toda una escena de amantes del swing crece y se consolidad en, por ejemplo, locales, clubs y centros sociales tan variopintos como Tanztee, Mandalay, Metropolis Kino, Nochtspeicher...let's swing!
No nos olvidemos de que el Camino de Santiago de Compostela, la llamada vía Báltica, recorre y cruza la ciudad de norte a sur. Justo a lado de la iglesia más emblemática de la ciudad , die Michel, se puede ver bien señalizada la ruta, con la correspondiente flechita amarilla sobre fondo azul. Como bien indica su nombre la via Báltica llega desde el Ostsee, el mar Báltico, y conduce a todos los peregrinos de esas latitudes hacia la capital de Galicia, Santiago de Compostela, cruzando la ciudad libre y hanseática de Hamburgo. A Sant Jacobi se le venera en Hamburgo con una hermosa iglesia en el mismísimo centro de la ciudad. Un lujo, una gozada y toda una experiencia para aquellos que estén dispuestos a cubrir a pie nada más y nada menos que, aproximadamente y dependiendo de las variantes que se escojan a lo largo del Camino, unos 2300 kilómetros. Todo es ponerse...y si te llevas un burrito como acompañánte , ¡qué lujazo!
